jueves, 2 de abril de 2015

Mas turra que el ex dorima



Vista la machaza repercusión del anterior reportaje que en exclusiva nos concediera Peter Parker, el Spidermán, respecto del finado fiscal Nismán que conmueve al ispa todo, este cronista siempre atento a la primicia apuntó  el trabuco como pa ganar un premio en las grandes ligas. Y así que así, con la ayuda fenomenal del Pibe Garófalo, más que entendido en el filing tecnológico y traductor de idiomas varios, armó una teleconferencia internética como pa dejar colifatos a los seguidores del glorioso Fulgor. De un lado, y aprovechando su paso por la Argentina, el agente británico del MI-6, James Bond 007, con el tiempo contado según alvierte, desde una mansión en cantry del Pilar y pronto pa rajar a su tierra natal. Tapín que mata, tragedia sport made in London, sonrisa seductora, aclara de prima que esta fulo y depre. Y es que tal sarepe, el contacto de los services que le habían dado en la ciudad porteña, una tal Romina Díaz, nombre de guerra por supu, no solo era más fiera que la neblina inglesa sino que encima era un Romino de toronja talle 42, doble agente de quién sabe quién , que primero se le hizo el gomía y después casi lo ensarta en la zona roja de Palermo a bordo de Chevrolet 400 tras una persecución fierrera de cuarta. En el otro corner, el agente encubierto del MSS chino, Hui Ling, desde la piecita al fondo de un súper mercado del barrio La Textil, que con la ayuda de su joven hija Kumiko, la que atiende en la registradora del comercio y habla castellano fluido, de alguna manera, asegura, se hará entender si quiere, y sino, dirá que no entiende con la parsimonia oriental que lo caracteriza.
Así puesta las cosas, habilitada la conexión lectrónica, se plantan las presentaciones del caso no exentas de suspicacias. Y es que a decir de la verdad, el 007 y Hui Ling se junan de hace tiempo, que fue cuando el service de su Majestad anduvo por Pekin atropellando orientales con su Aston Martins DB5 descapotable y el mismísimo supermercadista, entonces vigilante de tránsito, le requisó la maravilla mecánica y nunca se la devolvió. Esta vieja enemistad se actualizó recientemente, durante la marcha de los fiscales del 18 F, en medio de una lluvia torrencial,  cuando  el agente británico protagonizó una enconada batalla contra vendedores de paraguas de origen chino apostados en diversas esquinas del centro porteño, presuntos agentes del MSS pequinés.
Con todo, cronista que juega por abajo y pone la bocha al pie, no le anda con sutilezas pa encarar la conversa que se apunta esclarecedora de la cuestión que nos atañe. De a uno por vez plis, se le ruega, así arranca la exclusiva.  
Yo: Según sarepe, caballeros, el laburo de los espías por aquí viene a full, o lo menos está de moda. La Presi descabezó a la SIDE, toda la mersa habla del Stiuso, pasó lo del fiscal Nismán, versiones pa hacer dulce, en fin, nomás faltaba usté, señor Bond. ¿Qué anda haciendo por acá?
007: Vine invitado a través de un grupo de amigas, muy preocupados ciertamente por lo que está ocurriendo en la Argentina. Ahora bien, si le revelara el objeto de mi misión en Buenos Aires, dejaría de ser una operación secreta y yo no me llamaría James Bond (se ríe). Eso sí, mi especialidad son los fierros y las minas, y es de interés para el MI-6 y para mí en lo personal conocer el estado general del mujerío argento así como de las calles principales y rutas de acceso en la ciudad de Buenos Aires. Sobre las primeras, más allá del transexual que me chantaron de contacto, he comprobado in situ la calidad superlativa de la mercadería que se ofrece. Respecto de los fierros, el parque motorizado y las condiciones de tránsito son francamente lamentables, lo que hace de difícil implementación toda aventura automovilística de las que me gustan. ¿Vio cómo se me pegó el lunfa porteño?  
Yo: ¿Podría ser más explícito, mister Bond? Diversos analistas que sostienen la tesis del homicidio del fiscal Nisman establecen con cierta lógica que sólo pudo haberse realizado a través de un sofisticado mecanismo y a través de un personal altamente capacitado. De modo que su presencia en Buenos Aires no deja de llamar la atención.
007: ¿Debo inferir que usted supone que yo pude ser el homicida?    
LING: ¿Puedo hablal?
YO: Ya estoy con usted, señor Ling. Yo no supongo nada, mister Bond.
007: Pongamos las cosas en claro, chabón. El tordo Nisman merecía una alta consideración de mi parte, no sólo por sus aquilatados servicios a la causa de la libertad y su reconocida amistad con nuestros aliados estadounidenses e israelíes. Era además, una extraordinaria personalidad en el universo amatorio mundial, un hombre que supo combinar con extraordinaria habilidad la ecuación trabajo-placer, a tal punto que su nombre ha trascendido en el ámbito nocturno de diversas capitales europeas.
YO: ¿Puedo deducir que usted ya lo habría conocido o tratado en dichos ámbitos?
007: Sólo por referencias. El nivel de la  merca femenina que rodeaba al finado, aunque gaterío interesante, no estaba a la altura del universo que frecuento. Es decir…
LING: En China siemple se recuelda a Úlsula Andless. Bella señolita… ¿Puedo hablal? 
YO: Un momento, señor Ling, ya estoy con usted. Pero mister Bond, usted me dijo al comienzo que fue invitado por un grupo de amigas. ¿Tiene alguna vinculación con la ex esposa del fiscal, la doctora Arroyo Salgado?
007: Sólo le diré que una de ellas es una diputada muy adepta a nuestro licor nacional escosés, excelente bebedora aunque con tendencia al exceso. En cuanto a Sandy, es decir, la jueza que usted menciona,  (Arroyo Salgado),  es una vieja amiga de la inteligencia occidental, una dama exquisita, como usted dicen, “una turra de puta madre” (se ríe).
LING: ¿Puedo hablal?
YO: Un momento, señor Ling. Podría ser más específico, mister Bond, respecto de esa expresión. ¿Acaso su presencia en la Argentina tiene alguna relación con la señora Arroyo Salgado?
007: Es mucho más complejo, Marcial. Claramente, es de interés para su Majestad seguir atentamente los sucesos en la región sudaca. Ciertas inclinaciones geopolíticas de las dictaduras populistas en Argentina, Brasil, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia preocupan a Occidente Los acuerdos de negocios que varios de estas dictaduras han realizado con Rusia y con China han significado enormes daños económicos y financieros para empresas norteamericanas y europeas, lo cual resulta inadmisible y pone en riesgo la seguridad del sistema global. No puede soslayarse que ya el Satánico Dr. No tenía su base en Jamaica. Desde allí, la organización Spectre planeaba un sistema de dominación mundial. En estas condiciones, el doctor Nisman cumplió una excelente labor y es una pena su desaparición física.
HL: ¿Puedo hablal, calajo?
YO: Bien, señor Ling, le doy la palabra. ¿Usted también fue invitado a intervenir en la investigación del caso Nisman? ¿Qué hipótesis maneja el MSS chino?
Kumiko: En primer lugar, dice mi padre Ling, que no necesita ser invitado. Está instalado en el barrio La Textil con próspero comercio. Pero eso no significa que no esté preocupado. La presencia del señor Bond siempre trae consecuencias desafortunadas. Detrás de su aspecto elegante y distinguido, se esconde una persona abyecta y despreciable, un asesino imperturbable, frío y eficaz.
007: Agradezco los cumplidos del señor Ling.
KUMIKO: Para mi padre, no son cumplidos, mister Bond. En segundo lugar, la República Popular China no se entromete en los asuntos internos de los países. Es una pena que el doctor Nisman se haya suicidado, pero así son las reglas entre caballeros de inteligencia. En China decimos, “cuando se te destapa la olla y nadie acude en tu ayuda, pequeño saltamonte, muestra firmeza, equilibra tu zen o desaparece”.
YO; ¿Podría ser más explícito, señor Ling?
KUMIKO: En la cultura oriental, un desequilibrio del zen provoca peligrosas consecuencias para la salud. Como dicen aquí, el zen del fiscal estaba hecho pomada. Una existencia plagada de irregularidades lo hacía fácilmente controlable por terceros, es decir, por la CIA y el Mossad.    
007: Filosofía barata. Pero coincido con el agente Ling. Varones virtuosos como el doctor Nisman suelen ser incomprendidos por la sociedad. En ciertos casos, cuando se llega a un límite, no queda otra que auto eliminarse. Quizás estamos ante un caso de “double life”. Como he escuchado por aquí,  le daba sin asco a la matraca.
LING: ¿Qué matlaca?
007: La matraca, mister Ling.
LING: Ling no es mister. Es un camalada. Y la matlaca es un sano espalcimiento de niños.
KUMIKO: Mi padre se disculpa ya que no comprende el concepto “darle a la matraca”. En China diríamos que el señor Nisman era muy afecto a juegos sexuales, o en otras palabras, a modo de pregunta, ¿cada pequeño saltamonte hace de su culo un pito?
YO: Por favor, ordenemos la conversa. Parece llamativo que la señora Arroyo Salgado, parte querellante al fin y al cabo, supuestamente interesada en esclarecer lo ocurrido, sea quien interpone trabas permanentes a la investigación de la fiscalía. ¿Qué opinión les merece?
007: La señora es una dama inteligente y exquisita. Merece todo mi apoyo.
LING: ¿Ya la apoyó?
YO: Por favor, señor Ling, deje hablar a mister Bond.
007: Al doctor Nisman se le abonaban excelentes estipendios para llevar la causa AMIA y sostenerla según los intereses estratégicos de occidente, lo que ustedes denominan, la pista iraní. Para eso se le abonaba en pesos, dólares y shéqueles o dinares. Lamentablemente, la señora Arroyo Salgado desconocía el total de los montos ofertados y ciertas inversiones que su ex marido había desarrollado oportunamente.  
HL: ¿Puedo hablal?
YO: ¿Quiere decir, señor Bond, que el fiscal Nisman recibía dineros de los servicios americanos e israelíes? En tal caso configuraría un delito de traición a la Patria.
007: Eso lo afirma usted.
YO: Señor Ling, por lo que usted ha podido conocer de los usos y costumbres nacionales,  le parece que es común que los fiscales federales reciban adornos contantes y sonantes de agencias extranjeras?
LING: (se ríe) Algentino lápido si hay platita.
KUMIKO: Mi padre se disculpa. No es su intención ofender al pueblo argentino. En la filosofía oriental…   
007: Y dale con la filosofía. ¿Se da cuenta, Marcial? Con los amarillos no se puede hablar. 
KUMIKO: Le recuerdo al señor Bond que cuando los sajones vivían en la edad de piedra, en China ya se elaborara la exquisita porcelana tanto como se cultivaba el pensamiento.
YO: Por favor, tratemos de ceñirnos a las preguntas. Señor Ling, ¿conoce usted a la doctora Arroyo Salgado? Según algunos trascendidos, la jueza estaría investigando la introducción de al menos tres agentes del MSS en un entrepiso de los vagones recientemente importados de China…
KUMIKO:  Parafraseando la expresión de mister Bond, la señora resultó “más turra que el ex dorima” (se ríe). Sus vínculos con la CIA se entrelazan a intereses personales respecto de la herencia del difunto. Conoce todos los artilugios legales para hacer que la investigación sobre su muerte naufrague en las aguas del mar. Dice mi padre que solo una vez compró en súper chino y lo hizo a través de una mucama.
LING: Era palaguaya.  
007: Facilonga, como las orientales.
HL: Mujel china nunca fácil.
007: ¿Y la última chinita que me comí en Bangkok?
KUMIKO: Dice mi padre que la supina ignorancia del señor Bond lo asombra. La señorita Sun era coreana.
YO: Por favor, señores, no nos vayamos por las ramas.
KUMIKO: Las de nuestro árbol nacional, el ginko, pobladas de bellas hojas y flores, proveen de afamadas sustancias para el tratamiento del alzheimer, el glaucoma, la circulación sanguínea y las disfunciones sexuales.
007: Si Hui Ling presume que necesito del ginko para mi actividad sexual con la señora Arroyo Salgado, por cierto que comete gravísimo error.
KUMIKO: No es lo que Hui dice, pero ya que el señor Bond lo menciona, en China afirmamos, “hay que tener estómago para comer chop suey con mermelada de frambuesa”.
007: Basta de filosofía amarilla, por favor.
LING: No es filosofía. Es gastlonomía.
007:  Conozco al señor Ling y sus argumentos banales. Soy un agente de la su Majestad. No sólo tengo oficio. Me sobra pinta, guita, minas y yantas.  Hay que ver cómo se pega el lunfardo argentino.
HL: El señol Bond me neflega.
KUMIKO: Mi padre se disculpa una vez más. No quiere ser ofensivo.
YO: Por favor, ordenemos la conversa, plis. Nadie discute su capacidad amatoria, mister Bond. A propósito, ¿conoce usted a la señorita Kadia Aidenbaum?  ¿Tiene conocimiento de su presencia en Buenos Aires?
007: Me une a Kadia una larga y cálida amistad. Fue de gran ayuda cuando debí enfrentar al general Orlov, siendo que me contactó con Octopussy. Si tengo que elegir entre alguna de ellas, la verdad… Quizás Octopussy fuera más juguetona. Kadia, cada tanto, se enredaba con prejuicios de la Torá.
KUMIKO: Afirma mi padre que Kadia Aidenbaum es agente del Mossad.  Como decimos en China, peligrosa como oso panda con sable kuan dao. Hace un tiempo, intentó seducir a Hui, pero mi madre, Li, le aplicó un golpe de muay thai.
YO: ¿A la señorita Aidenbaum?
KUMIKO: No. El golpe shaolín fue aplicado a Hui. Mi padre fue muy afortunado al sobrevivir. Luego, la agente Kadia intentó sobornarlo y le ofreció dólares. Pero Hui sólo acepta yuanes.
YO: Por favor, una vez más, tratemos de ceñirnos a las preguntas. ¿Pudo la señorita Aidenbaum tener relación con la muerte del fiscal Nisman? ¿Tenía algún vínculo con el señor Lagomarsino?
KUMIKO: En la idiosincrasia oriental, la muerte es resultado y parte ineludible de un proceso, aún la accidental o el suicidio. Como tal, es un punto final y a su vez no lo es, ya que abre condiciones nuevas para la continuidad del desarrollo. La agente Aidenbaum conoce muy bien lo que pasó en los atentados en la embajada israelí en Buenos Aires y en la AMIA. 
007: No soporto a los amarillos cuando hacen filosofía.
YO: Por favor.
KUMIKO: La agente Aidenbaum sabe muy bien por qué se suicidó el fiscal Nisman, tanto como conoce el entramado por el cual se hizo del mismo un escándalo internacional afectando al gobierno argentino. El agente Bond también sabe. A veces, una noticia propagada por los medios dominantes es más poderosa que una ofensiva de tanques y misiles.
007: Al señor Ling le recuerdo que he manejado tanques y que me cansé de liquidar orientales norcoreanos del coronel Moon. Si no se acuerda, vea mi película “Die another day”.
YO: Por favor, señor Bond… Hablamos de vínculos concretos entre los servicios de inteligencia y ciertas estructuras del poder judicial…
007: Seré sincero, aunque no es mi especialidad. En ocasión de una operación en Budapest, debí seducir a la húngara Natacha Dorzsebet, esposa de un prominente juez, quien llevaba una causa contra un empresario ruso, Alexey Sozlov. Dejando de lado que con la señora la pasamos joya, el objetivo era que a través de…
LING: ¿Mistel Bond también se galchó a la vilgen Malía?
KUMIKO: Perdón, mi padre se refiere a cierta ostentación que el señor Bond pone de manifiesto con sus aventuras sexuales.
YO: Lo siento, pero así no podemos seguir. Señor Bond, está usted en línea. Señor Bond…
LING: Blitánico cagón. Coltó la intelnét.
YO: Una pena, señor Ling. Aprovecho para preguntarle…
KUMIKO: Mi padre Hui no responderá más preguntas. Dice que lo único que lo divierte en estas condiciones radica en enfrentar al agente inglés. No siendo así, prefiere callar.
YO: Pero…
LING: Zai jian, señol. 

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