Como todos los años para esta
época, amuchados que semos en la consetudinaria mesa del bar fuffé del
glorioso, no falta nadies. Presente que dijo primero, el Ruso Urbansky,
condecoración Pionero Soviético de Estalingrado, se amuró a una copita de jerez
de mientras esperaba a los demás. Carlitos Mercier, infaltable, peronista de
Perón y puntero ineternun del que se apunte ganador, se le adelantó a Marito,
el pibe de la Cámpora, nomás que pa madrugarlo con salutación de cargada
sobradora. ¿Todavía no conseguiste un puestito?, le preguntó, a lo que el Pibe
se le quedó mirando con risita de apronte mientras se le arrimaba el Oreja
Pérez, su esparring del billar. Más después, el Negro Gutiérrez, el de la
gomería del Camino de Cintura, diamante bruto pal minerío esigente de ponedores
sin complejos, se apersonó con camisa floriada, leoneras chupín y timbos blancos,
para risa del Cabezón Lagomarsino, nuestro campión de bochas, que le seguía de
atrás como inorándolo. Si me preguntan,
yo no lo conozco, aclaró mientras cazaba la primera copa.
Por la puertita de atrás,
aparecieron las autoridades del club: don Leopoldo Sastre, presi en ejercicio,
el Petiso Maldonado, secretario y alcahuete, Josefina García, la tesorera
incorrutible, con más la nueva alquisición diretiva que es Mariela Tronconi, la
Pipi, profe de patín artístico, un molumento del seso débil, una Minerva
guerrera de generosas dotes pal combate, según el doctor Salvatierra, último en
llegar siempre trajiado y con la tacorba de bufanda en el pescuezo. Y ovio, quien suscribe, junto al pibe
Garófalo, aljunto secretario de redación.
Ronda de Cinzano al toque con
mucho yelo para fajar el lorca, 32 grados ajoba del ventilador, asegura el
Rengo Marinelli que pa la prósima va a poner esplí de esos que hacen saltar los
tapones, idea de su jermu, la Divina Colombres, que en demientras repone
ingredientes vermuceros, esplica que le gusta dormir con una frazadita liviana
aunque sea, con un beibidol, puede ser, pero tapadita, y entonces, nada mejor
que el esplí frío calor. Nada más cierto, aporta en el tema el doctor
Salvatierra: toda mujer que se precie, raconta, ha de tener los glutios y los
pieces fríos en la horizontal posición de la duermevela, natural invitación al
dorima pa que le convide con su calor corporal en dichas partes y, de ser
preciso, para que labore de vez en cuando en la confeción amorosa, no digamos
que esageradamente, de ninguna manera, porque no es cuestión de agotar el estoc
y las reservas en una única transación.
Brindis de fin de año y
consabida disertación del Ruso Urbansky en referencia al calendario judeo
cristiano y sobre el cual, aclara, con las disculpas del caso habiendo damas
presentes, me cago, me cago en el año uno y en el dos mil también.
Pasa que hay que tener una
referencia, interpone Lagomarsino, ¿cómo haríamos pa estudiar la historia si no
fuera por Cristo? ¿Y usté que sabe de Cristo, si esistió o no?, sacude don
Leopoldo y agrega: la única referencia debería ser el día de hoy y medir pa atrás.
¿Y hoy que día sería? Hoy sería hoy, es decir, el día 0, ayer sería sería -1,
antiayer -2, mañana sería 1 y pasado 2. Pero como el tiempo es relativo, el día
0 de hoy mañana será -1. El año de 1810, pa tomar una fecha patria, sería hoy
el año -203 y si lo midiéramos el año que viene, sería el -204, y así de
corrido, la mente humana se agilizaría sacando cuentas todos los días, ¿me
esplico?
Demasiado para el Negro
Gutiérrez: sería un quilombo sería, así no se podría vivir, imaginensén. Sería
volver a las cavernas.
Si vos nunca saliste de las
cavernas, trina el Rengo desde el mostrador, tu problema sería que tendrías que
hacer cuentas todos los días.
¿Y con las facturas como
haríamos?, pregunta que se hace doña Josefina, por ejemplo, la de luz, me llegó
el 20 de diciembre y vence el 8 de enero.
Sencillo, esplica don Leopoldo, rápido
pa las cuentas, usté tiene fecha de emisión 0 del año 0. ¿Cuántos soles hay entre
el 20 de diciembre del 2013 y el 8 de anero del 2014, esatamente, debería
abonar el día 19 del año 1.
Silencio meditante, sería
cuestión de probar, razona el Pibe Marito. Si hay que hacer una reforma
costitucional, tenemos mayoría por ahora.
Más silencio. La cosa era
brindar, dejensén de joder, salta la Divina Colombres, aparecida luminosa como
una diosa con la bandeja y las copitas de champán. Agarren una cada uno y pidan
un deseo, dice, pero no lo digan, se lo guardan así no discuten.
Más silencio sepurcral. Nada de
boludeces de amor y paz, chanta el Ruso Urbansky, la lucha de clases es un
hecho ojetivo de la sociedá capitalista. Eso no pasa en la comunidá organizada
del general Perón, le tira al vuelo Carlitos Mercier. Minga que no.
Por qué no se van a cagar, digo,
ruega Josefina, la tesorera, estoy pensando un deseo y así no me puedo
concentrar.
Piense en Cacho Castaña, pa que
se cure y deje el faso, ese es un buen deseo pa usté, doña, es sugerencia de
Marinelli.
Si se me permite, truena la voz
erudita del doctor Salvatierra, quiero hacer un brindis.
No empecemo con los griegos, por
favor, ruega Mercier.
Más mejor que brinde nuestra
nueva profe de patín, la jovencita Mariela, aporta el Negro Gutiérrez a lo
galán de Migré.
Tranqui la piba. Relojea
alderredor. Es nuevita y vista la hondura filosófica de la mesa, como que no se
anima. A la final, chin chin, dice.
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