miércoles, 24 de agosto de 2011

Antes que nadies

Lunga ausencia, no es cosa de echarle culpas a nadies pero hay que decirlo: lo barato sale caro a la final. La maquinola de la hija de Margarita Bruni se infestó con un virus galático y a mi ver, de tan cachuza, la pobre mancó de simple angina. Cuestión que el tordo en eletrónica, un primo de don Baldomero Fuentes, no más fue que la ascultó y ya la dio por finada. Se le morfeteó el rígido, explicó, que es como decir el cuore.

Si algo carateriza al glorioso es la fe democrática. Asamblea de asociados para decidir suerte del proyeto blogero, la solución no era facilonga. Poco vento en caja, prioridá para las canaletas del techo, si de la interné se trata, cualquier maquinola sirve, razonó Teresita Corvalán, están las del cíber “La Golondrina”, mismo donde se entretiene los pibes chateando el santo día.

Pero no es así. No es lo mismo para este escriba apelecharse a la ispiración en cualquier parte. Solo entre las paredes matusalénicas del glorioso Fulgor se apersona la gracia como una voz arrebatada, como si la historia imprenada en este espacio generoso se diera hablar y osequiara la musa estimulante del verbo, palabras del doctor Salvatierra que vienen a cuento de su desprendido aporte en metálico con el que se arregló el desperfeto y la maquinola volvió a orbitar en la interné.

Aclarado el punto, imposible resumir las sesudas y catológicas sesiones habidas en el bar buffé del Rengo Marinelli. Tiempos eletorales con sus debates de estraordinaria hondura fisiológica, la mesura se mandó a guardar y talló el chamuyo polenta, virtú histórica del Social y Deportivo Fulgor de Mayo: aquí nadies se calla y el que opina defiende lo suyo a como sea, si de buenas maneras mejor.

Cuestión fue que de costumbre cada quien espuso su preferencia y sentó razón, bien a la mesa de los viernes o al paso. Encargado a los efetos de una encuesta fulgurense por ser testigo insitu desde atrás del mostrador, el Rengo Marinelli, con la ayuda de la Divina Colombres, hizo lo suyo durantes las tres semanas previas al acto comisal, analis certero que vino publicando en una tabla que colgó en un gancho de la vieja fiambrera hasta la noche del sábado, que fue cuando la retiró pa cumplir con la ley de la veda eletoral. Colunnas con los nombres de los candidatos, apuntación truquera debajo, estaba el que se anotaba de una, el que por consabida filiación ni había que preguntarle y también el que se disculpaba con eso de que el voto es secreto, atitud deslenable y cobarde pero muy estendida. ¿Por qué no decir que yo quiero esto y aquello? ¿Por qué no llegar hasta el pie de la sagrada urna luciendo con orgullo el emblema de su partido o de su candidato? Opinión del escriba, puede rebatirse.

Lo cierto fue que el Rengo Marinelli, hay que decirlo, se diplomó en el arte del pronóstico y la estadística con una performans espetacular. Que la muchachada del billar, influida por Marito, el pibe de de la Cámpora, se inclinara por el voto cristino, era de esperar, igual que el doctor Salvatierra, frondicista de la primera hora, y más unos cuantos asociados de sabida simpatía hacia la señora presidenta. Sufragio seguro para Altamira el de don Marcelo Reiss, discípulo de Nahuel Moreno, y sorpresa en la misma direción de Luisita Sanguineti que, ya se sabe, es fana de Rial y no se pierde una tarde del Intrusos del Espetáculo.

Como sea, la compulsa pareció emparejarse después de que se anotaron los jovatos de la cancha de bochas, algunos de simpatía radical como el Cabezón Lagomarsino, Doldán y el Laucha Marcos. Punto aparte en la Comisión de Damas, donde la cosa apuntaba sin recortes: se almira y venera a la señora presidenta o se la odia con sentimiento de tripas bien de mujer.

En la mesa consetudinaria del bar buffé, la discusión estuvo a la orden del día y de la noche, punto y contrapunto con invitados de luxe, hasta la madrugada en alguna ocasión, que fue cuando se enfrentaron en dura batalla verbal el Petiso Marcilessi y don Pascual Bengochea, socios de años, varones de cargar gruesa munición oral, paciencia nula y aficionados al pugilato fácil. Comunista de vieja cepa el primero, hay quien asegura que en un rincón de la pieza o al lado de la cama tiene un cuadrito de Estalin en un altar y que todas las noches le prende dos velas, aunque nadie que se sepa le acompañó la noturnidad a no ser la Eugenia Frangi, única novia que tuvo y ya fallecida. Prócer de la añeja Unión Cívica Radical del Pueblo el segundo, hombre Alem según sus dichos, ya se lo vio en trifulcas a puño limpio en el 2001, cuando Carlitos Mercier levantó varias manzanas de la Villa Escondida, la emprendió en saqueo contra el mercadito chino de Larrea y Sipe-Sipe y allí anduvo don Pascual a las trompadas en defensa del feriante oriental.

Primer trompis del Petiso cuando se mofó de la alianza de Alfonsín yunior con el Colorado De Narváez. Retruque imediato de don Pascual: la Cámpora lo banca a Menem en La Rioja, a Sioli lo apuntan de revolucionario y le dan morfi a la mafia del conurbano, no jodás Petiso, seguí poniéndole velas a Estalin.

Rinsai de rechupete y abierto pa que cualquiera se meta. El Ruso Urbansky en apoyo de Marcilessi y ni hablar de Marito que ya había empuñado el taco del billar como escopeta de dos caños. Carlitos Mercier, ayer a las piñas con don Pascual, ahora extrañamente de aliado. El Negro Guzmán, el de la gomería del Camino de Cintura, se ofreció de referí: tres minutos pa esponer cada contendiente, interrución obligada para que Marinelli reponga Cinzano con ferné y ingredientes, prohibido golpe bajo cintura y atenti a la campanilla del raund.

Opinantes a troche y moche, la cosa se apuntaba fiera y a cuenta de saber por dónde se apilaba el progresismo, concecto inocuo pero de moda. Cuestión que al toque la Turca Bassur se apareció con la Comisión de Damas en pleno, once mujeres dispuestas a todo, nada de naranjada ni cocacola, lo mismo que los señores, dijo, y chocho el Rengo haciendo cuentas de los vermuces a despachar. Marabunta, alvirtió el doctor Salvatierra, si se me permite, las señoras nos van a dejar sin manices ni papitas. Pero ni hablar cuando los veteranos bochófilos largaron el treining de la arrimada para sumarse a la menesunda y la purretada del billar se puso a las órdenes de Marito, el pibe de la Cámpora, en tren de apoyo logístico a la presidenta Cristina.

Como era previsible, la discusión fue increyendo según lo vermuces hicieron su efeto natural. El bar buffé plestórico de parroquianos, ni una mesa disponible, el Rengo Marinelli agotaba la reserva de Cinzano y a la Divina Colombres no le daban los brazos para atender los pedidos. Abierto el restorán, milanesas con fritas pa los sanos y bife de aguja con mista si alguno sufre de colesterol, recetó el barman. Todo un kilo y dos pancitos, dejen esponer al Petiso Marcilessi, reclamó la piba Corvalán.

Chas gracias, dijo el Petiso, cierto que de pie aunque parecía sentado, y así como se hizo silencio empezó a enumerar cuestiones de gobierno, collar de ésitos mismo que si fuera ministro kirrnerista. Tres minutos y a esperar su turno, lo interrumpió el Negro Guzmán pa darle la palabra a don Pascual. Minga, viento de cola, argumentó el hijo Alem, con guita de la soja cualquiera regala. Y gran quilombo de la purretada del billar, que gorilón fue lo más liviano que le indilgaron con más procaces dichos que no vale la pena repetir.

Espacio tirano, imposible resumir argumentos espuestos. La cosa siguió hasta tarde y cada quien opinó y echó sufragio vospópuli, incluidos indecisos. En la vereda, a la salida, como era de imaginar, el Petiso Marcilessi amenazó con un intercambio de guantes y don Pascual Bengochea tiró algún derechazo al aire al grito de Viva la Unión Cívica y don Hipólito Irigoyen, pero nada pasó a mayores. Claro que atento a cada opinante, el Rengo Marinelli tomó nota en la tabla estadística colgada en la ganchera y como a las cuatro de la mañana de ese viernes batió sentencia: la Cristina gana por afano, me da como un cuarentipico por ciento. Nadies le creyó, incluido este escriba.

La pelotera siguió de taco y punta por varios días y a todo esto el Rengo se tomó en serio lo de los pronósticos eletorales, como si al acierto fueran a darle copa de campión. Desvelo furimundo, llegó a quejarse la Divina Colombres, le dio como una osesión resultadista. Y contagio cantado, el bar buffé del glorioso lució como en sus mejores tiempos, lleno siempre de curiosos atentos a la envolucion de la tabla de posiciones.

Delante siempre la Presidenta, llegó a asustar la columna de los indecisos. Más que indecisos, cagones, afirmó con fundamentos el Ruso Urbanky, esos no quieren decir lo que van a votar, esepción del viejo Bilbao que, ya se sabe, de siempre que entra al cuarto oscuro está como media hora pa salir. Acertijo peliagudo, además, Carlitos Mercier, peronista de Perón, puntero municipal de siempre, a la pregunta consabida, respuesta indefinida, yo soy pe-ro-nis-ta, con lo cual más que aclarar, oscurecía. ¿Y el voto del campo? Mirá lo que pasó en Santa Fe. Pero el Rengo estaba en todas, teléfono mediante, contato direto con Oscarcito Ferrari, quintero de Madalena, veinte hetáreas de alcauciles y tambo. El campo es una intelequia, le mandó a decir el paisano, acá nadies quiere que la taba se de vuelta.

Y así llegamos al día de las eleciones internas, que a la verdad eran lo mismo que la encuesta del Rengo Marinelli. Siete de la mañana y el bar buffé abierto, contó el Ruso, madrugador consutudinario. ¿Qué hacés, Rengo?, le preguntó. Encuesta de boca de urna, le confirmó el barman nuestro, permiso de Sarita Amati, diretora de la escuela 24, mesas testigo pal caso, esperenmen aquí. A las seis cierra el comicio y a las seis y un minuto les bato la justa. Nos vamos a hacer famosos.

Dicho y hecho. Mesa de costumbre, temprano para hacerle al vermú, cafés istantanios para el doctor Salvatierra y el profe Sampietro, limonada para el Negro Gutiérrez que venía de una comilona en casa de la suegra, té de tilo para el Ruso Urbansky. La Divina Colombres más linda que nunca con un suéter como cosido a las pechugas y Marito ausente por hacerle de fiscal a la Cámpora. Entró el Rengo y cantó resultado antes que la tele: 51 por ciento y a cobrar. Pero de nuevo, nadies le creyó.

Y hasta aquí lo que pasó. Calmada la tormenta, la CD del glorioso ha comisionado al Rengo Marinelli como encuestador oficial fulgurense para las eleciones de otubre, mismo que la FM El Asfalto, de gran audiencia barrial, lo contrató al honoren pa dar los resultados antes que nadies. Guita nada, se queja la Divina Colombres, ¿a qué tanto esfuerzo? Pero quién le quita mérito. En una de esas vienen de una empresa importante, onda Poligarquía, y lo contratan, como dice el himno del club, la esperanza del gran amanecer nunca se pierde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario